FRIO:
Lo más efectivo es la inmersión de la zona en agua helada, también puedes aplicar hielo durante 15 minutos lo cual disminuye el dolor y la inflamación: realiza movimientos circulares en el talón incidiendo en las zonas más doloridas.
Consejo: Introduce hielo en una palangana con agua para introducir completamente el pie y llegue a todas las áreas homogéneamente o congela un vaso de plástico con un palito de helado para facilitar el masaje. Vuelve a meter en el congelador para repetirlo varias veces al día. También puedes congelar una botella de agua grande y hacerla rodar bajo el talón hasta los dedos.
ESTIRAMIENTOS Y EJERCICIOS:
Hay sencillos ejercicios que puedes hacer en casa para estirar la fascia plantar, los tendones y músculos y para fortalecer la musculatura. Si quieres saber más lee el post en el siguiente link donde he preparado un programa de estiramientos y ejercicios para la fascitis plantar.
MASAJE:
El masaje posee efectos fisiológicos beneficiosos que van desde el incremento del flujo sanguíneo, el drenaje de sustancias tóxicas y la producción de cierta analgesia en la psique.
SUPLEMENTOS NATURALES:
La cúrcuma, el jengibre, el harpagofito, colágeno, etc, pueden aliviar el dolor de forma natural evitando los efectos secundarios de los fármacos antinflamatorios tradicionales, frecuentemente están contraindicados en algunas patologías como insuficiencia renal o hipertensión arterial. En el siguiente link puedes informarte de alternativas para mejorar el dolor.
BAÑOS CON SAL:
Alivia la tensión, el dolor y el estrés en tus pies, mejorando su circulación. Es una experiencia de relax para todo tú cuerpo.
Pon agua tibia con media taza de sal gorda o sales de Epson en una palangana y remoja tus pies hasta los tobillos unos 15 a 25 minutos 1 o dos veces a la semana.
Es importante prestar atención a los síntomas y si no obtienes mejoría con los remedios caseros presentados acude a tú médico.