La artrosis, el desgaste del cartílago que se produce con el envejecimiento es la enfermedad articular más frecuente en la población adulta, especialmente en mayores de 65 años y si son mujeres aún más. Aunque la cura de la artrosis no se conoce, en base a los nuevos descubrimientos científicos si tenemos nuevas opciones a las que aporta la medicina tradicional, los antiinflamatorios, no exentos de efectos secundarios y con una acción bastante limitada.
Las nuevas opciones de tratamiento son sustancia naturales que han demostrado su mayor efectividad o al menos igualar el efecto de los antiinflamatorios, como el naproxeno o el paracetamol, contraindicados en algunas enfermedades, siendo una alternativa más saludable para mejorar los síntomas de la artrosis y ralentizar el avance de esta limitante enfermedad.
La asociación de la Cúrcuma, jengibre y la Pimienta Negra: la curcumina procedente de la cúrcuma, el gingerol del jengibre y la piperina de la pimienta negra tienen efectos antiinflamatorios y son muy bien tolerados. Consiguen reducir el efecto de los factores destructivos sobre la articulación y su asociación potencian sus efectos. Las dosis optimas según diferentes estudios científicos oscilan entre 500-100 mg.
El Harpagofito: Los harpagosides, de la llamada garra del diablo tiene un efecto antinflamatorio analgésico que ayuda a reducir el dolor siendo una alternativa a los analgésicos convencionales. Solo o en asociación con otras de las sustancias recomendadas en este articulo ayuda a mejorar los síntomas de la artrosis lo que lleva a una mejoría de la calidad de vida. La dosis recomendada es de extractos con 50 mg de harpagosidos.
La Boswelllia Serrata: Los estudios clínicos han demostrado que el extracto de Boswellia serrata no sólo tiene propiedades antiinflamatorias y antiartríticas, sino que también mejora el dolor y la función física. Es una sustancia muy segura ya que no tiene efectos tóxicos a altas dosis.
El MSM: Es un compuesto orgánico de azufre. De una forma abundante y concentrado se encuentra en las articulaciones, pelo, piel y en las uñas. Los estudios científicos aún no han determinado el mecanismo exacto pero sugiere que entre otros efectos es el efecto antiinflamatorio el que mejora el dolor y la función en personas que sufren artrosis. Las dosis recomendadas varían según los estudios entre 1000 a 1500 mg, ya que mayores dosis pueden generar efectos secundarios.